Emprender, crear empresa es la apuesta de los países como Colombia para impulsar un crecimiento en lo económico, para disminuir las desigualdades y aspirar a un cambio socio-económico general. No obstante, para hacer empresa se requieren más que buenas ideas y apoyos económicos estatales o de organizaciones no gubernamentales. Es importante que los futuros emprendedores tengan la tranquilidad que proviene de contar con las necesidades básicas mínimas satisfechas.
Los individuos alcanzan su desarrollo en la medida que son capaces de alcanzar la tranquilidad y la estabilidad que brinda contar con sus necesidades básicas satisfechas. Mientras se luche por conseguir un techo para dormir a resguardo de las inclemencias del clima, mientras se cuente con hambre o sueño, será difícil alcanzar la concentración, la energía necesaria para mejorar las condiciones sociales que le preceden.
En la medida que se tengan falencias en los dos primeros niveles de la Pirámide de Maslow (Seguridad y Fisiología) se tendrán dificultades en alcanzar un crecimiento sostenido y prolongado, no solo como individuos sino también como sociedad y análogamente, como empresas, marcas o productos.
Al observar la historia, se encuentran sociedades que alcanzaron su esplendor, su fuerza civilizadora, en el momento en que estuvieron libres de amenazas externas de las cuales tener que preocuparse y así mismo, cuando sus condiciones internas ofrecían estabilidad a sus ciudadanos (alimento, refugio, creencias, salud, etc.) fue en ese momento en que se dedicaron a refinar sus técnicas, su arte, su pensamiento o algún otro factor diferenciador respecto a los demás.
La Antigua Grecia alcanzó un desarrollo ejemplar, cuando gracias a la tranquilidad adquirida, al estar lejos de los flujos conquistadores (gracias a su peculiar geografía), contaron con el espacio temporal suficiente para cuestionarse sobre el orígen y el por qué de las cosas.
Se piensa que son nimiedades, pero son reflexiones que surgen únicamente al momento de tener un sistema que ofrece tranquilidad y seguridad.
Los antiguos romanos, previos a la República y aún en sus primeros siglos, estuvieron algo cerca de alcanzar un nivel comparable al griego, mas siendo ellos mismos los bárbaros o invasores de sus vecinos, buscaron su equilibrio con sus agresivas políticas de expansión y control territorial, gracias a las cuales se aseguraron la alimentación, territorio y seguridad.
No fueron grandes pensadores pero su particularidad estuvo en la capacidad de organización y gestión y se evidencia en el Derecho y la Ingeniería. Tomando los conocimientos desarrollados por los pueblos sometidos lograron potenciarlos en excelsas formas, gracias a las cuales consolidaron una civilización que pervivió por siglos.
La Europa del Renacimiento brinda otro ejemplo de la mano del mecenazgo, que aunque habiendo existido en tiempos pasados, legó en esta época hermosos frutos en las Bellas Artes, gracias al reencuentro con los conocimientos de la Antigua Grecia.
Otro ejemplo se evidencia en los pueblos muiscas ubicados en el Altiplano Cundiboyacense colombiano, el cual lejos de los influjos de los imperios del momento (Inca y Azteca) labró una interesante civilización que produjo el sistema político confederado, sustraídos de las monarquías absolutas, donde el Zipa y el Zaque cogobernaban en relativa armonía, acorde a su cosmovisión particular, que les permitió una excelsa orfebrería y agricultura.
Queda, por lo tanto, enfocarnos en las fortalezas como individuos o corporaciones, propugnar alianzas que conlleven a una estabilidad, gracias a la cual se pueda tener la tranquilidad que permita dedicarse a crecer estratégicamente.